Para entender mejor de qué hablamos cuando decimos cine digital, ayuda comprender primero qué es una imagen digital. Hay dos tipos de imágenes digitales: las vectoriales y los mapas de bits. Las imágenes vectoriales no interesan tanto, porque tienen aplicación más bien en el diseño. Sin embargo, los mapas de bits sí.
Un mapa de bits es una matriz que contiene información acerca de un conjunto de puntos, y eso en cualquier visor de imágenes se termina viendo como una imagen, pero en realidad lo que sale en la pantalla es un montón de puntitos con tal color, tal brillo y tal saturación, por ejemplo. Como esos puntitos o pixeles están tan chiquitos, pues no se nota, a menos que agrandes mucho la imagen, en ese caso pues sí termina viéndose la cosa como un montón de cuadros de colores.
Cuando tomas una foto con una cámara digital, el sensor (que hace las veces del rollo en las cámaras análogas) registra la información acerca del color, el brillo, etc. de un conjunto de puntos (cuántos y en qué superficie depende de la cámara, del tamaño del sensor, la cantidad de pixeles que almacene por foto, etc.) y eso termina viéndose como una foto. Algo parecido sucede con los escáneres: la imagen análoga se digitaliza en un mapa de bits.
Con el video sucede otro tanto. Hay que recordar que el video es posible gracias a que el cerebro humano interpreta una sucesión rápida de imágenes (al menos 24 por segundo) como una imagen en movimiento.
Y pues eso, ahí está la explicación. Para entender más, la siguiente entrada trata del sonido digital.
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